El Prólogo
Es el texto o parte
situado al principio de una obra, entre los documentos llamados preliminares,
que sirven a su autor para justificar el haberla compuesto y al lector para
orientarse en la lectura o disfrute de la misma.
El
prólogo es además el escalón previo que sirve para expresar o
mostrar algunas circunstancias importantes sobre la obra, que el autor quiere
destacar o desea hacer énfasis.
Cuando el autor es novel,
el prólogo suele escribirlo un escritor reconocido para presentarlo, o lo que
es lo mismo, una tercera persona que no es el autor, ya que de esta manera así
intenta dar un punto de vista objetivo, pero en los restantes casos suele
hacerlo el mismo autor que ha creado la obra. El prólogo se compone siempre después
de haber acabado la obra, no antes, y puede haber más de uno, sobre todo si la
obra literaria ha tenido éxito y se ha reeditado o reimpreso varias veces, por
lo que cada edición nueva lleva su propio prólogo que van uno a continuación de
los otros. Cuando los prólogos de autor se acumulan, el escritor así ofrece una
perspectiva diacrónica de su relación con la obra literaria compuesta, y sobre
su acogida a través de los años.
El
prólogo se sitúa entre un conjunto de textos iniciales de la
obra que se denomina habitualmente como presentes. Posee un carácter menos
literario que la introducción, que es una presentación del contenido más que
del autor, y debe distinguirse claramente del prefacio, o escrito preliminar
que expresa la intención de una obra con anterioridad a que esta haya sido
escrita.
La elección de la persona
que escribirá el prólogo puede depender del propio autor o de su editorial. Es
importante tener en cuenta que el prólogo siempre se escribe una vez que la
obra está terminada, entonces el autor caracteriza su obra y realiza una breve
crítica o reseña sobre el texto. Cuando el libro tiene diversas reimpresiones o
reediciones, es común que se cuente con más de un prólogo.
El
prólogo forma parte de los textos preliminares de la obra.
Hay que diferenciarlo, de todos modos, de la introducción y del prefacio. La
teoría literaria califica a los prólogos como para textos, ya que se encuentran
en la periferia del texto principal (como la dedicatoria o las notas al
margen).
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