SIMPLEMENTE CALIDAD
Jesús Gilberto Concepción
y García PhD,
Prólogo
Tres
en uno
En la calidad, un factor
importante es la opinión de otros, escribe el Dr. Concepción. Hemos querido dar al lector una visión tridimensional,
tres versiones de personas que inciden en el sector productivo. Los aspectos empresariales, gerenciales e ideológicos
externos al autor sirven para enriquecer esta obra. Si hablamos de trilogía, el prólogo también tiene
que serlo.
Visión de Don Luis Sánchez Noble
Toda persona que triunfa
en los negocios o en cualquier actividad, incluyendo el área profesional, tiene
varias cosas en común, con aquellos que se dedican a realizar trabajos similares,
entre ellas: Se destaca su amor por lo que realiza, su entrega y su perseverancia,
hasta lograr satisfacer sus aspiraciones.
En Js. Gilberto Concepción,
esto se hace una realidad. No he
conocido otra persona que viva con tanta autenticidad todo lo relativo a los
procesos de calidad, desplegando un intenso sentido de apego por lo que ha
hecho de su profesión y de su estilo de vida.
A estas cualidades se suman, su ardor y tenacidad en la materialización de
los proyectos que emprende.
Sus artículos, publicados
en varios periódicos y revistas importantes del país, reflejan un norte
definido. Orientar y formar en todos lo concerniente
a los procesos de calidad. Escritos en
un lenguaje sencillo para llegar a todos por igual.
Este compendio de artículos,
publicados ahora en formato de libro, viene a ser una lectura obligada para
todos. Muy especialmente para aquellos
que nos encontramos “empantanados” en el sector productivo tanto de bienes como
de servicios, teniendo que dar respuesta a los retos del fenómeno de la globalización
fría y descarnada.
En este libro, el lector
acucioso encontrará la guía que le ayudara a comprender la necesidad de
encaminar sus pasos hacia metas de excelencia, cuya única búsqueda es, la forma
de satisfacer a nuestros consumidores, aun entre los departamentos de nuestras
empresas. Ojalá que esta preciosa obra
sirva para sensibilizar nuestras mentes y comencemos a trabajar todos con un
fin común y real hacia la calidad, antes de que sea demasiado tarde.
Visión del Lic. Antonio A. Espín P.
Todo el mundo está de
acuerdo en la necesidad de producir y servir un producto de calidad al
consumidor. Todo el mundo quiere recibir
un producto o servicio de calidad. Sin
embargo, no todos producen y sirven con esta filosofía de calidad. Por eso, creo que esta obra, recopilación de
escritos hechos por Gilberto Concepción tiene mucha importancia para los altos
ejecutivos, para los productores, los estudiantes, y las personas interesadas
en el tema.
En los últimos años se
han escrito innumerables obras a cerca de la productividad y la calidad. Muchas, basadas en los secretos del éxito de
los japoneses y de los llamados tigres asiáticos. Sin embargos, muchos de estos escritos
abruman por lo complejo y porque a veces, suelen ser verdaderos
rompecabezas. Este libro del Dr. Concepción
contiene muchas ideas originales y creativas, aunque no todas son nuevas. De hecho, este es un libro que trata sobre
los fundamentos de la calidad.
De acuerdo a mi
experiencia, muchos de nosotros debemos comenzar primero por los fundamentos si
queremos emprender y comprender el camino de la calidad. Sobre todo, en un momento crucial y
fundamental en que está viviendo el mundo actualmente, en el cual, solo se
habla de competitividad, de globalización y de apertura de los mercados. Esta condición hará que muchos de nuestros productores
tengan que adquirir, desarrollar y profundizar las destrezas de la calidad y la
productividad si quieren sobrevivir al nuevo entorno de la economía mundial.
Tal y como pronostica el
afamado escritor Perter Drucker, “la verdadera riqueza de los pueblos será la
competitividad”. Así, en este libro el lector encontrara gran
cantidad de ideas y conceptos fundamentales, que sin lugar a dudas harán fortalecer
y vigorizar las ya aprendidas acerca de la calidad y la productividad. Pero, sobre todo, creemos que es lo más
significativo de este libro, es que las ideas sobre la calidad están “dominicanizadas”,
o más bien actualizadas a nuestra idiosincrasia, lo que lo hace más ingenioso y
placentero.
Las profundidades de los
temas tratados están escritos con claridad y sencillez, lo cual hace que la
lectura de esta obra sea agradable y amena.
De hecho, la forma en que están escritos los capítulos, hace que se
pueda leer en forma separada si se desea.
La palabra calidad empieza con C, y en nuestro país cada vez que se
hable sobre este tema, será obligatorio referirse a Concepción y a las
enseñanzas que nos imparte cada capítulo de este libro.
Visión del Dr. Antonio Isa Conde.-
*La velocidad de los
cambios tecnológicos y la maquinaria científica y técnica de las principales
potencias industriales hacia la competencia comercial, así como el proceso de globalización
de la economía, está produciendo un impacto de tal naturaleza en el comercio
internacional que aquellos países que no tengan la capacidad de insertarse,
sostenerse y progresar en el seno de la comunidad internacional a que
pertenecen, se verán afectados de tal manera, que serán naciones enteras y no
solo grupos poblacionales los que serán sustraídos de cualquier posibilidad de
participar en el proceso productivo mundial y poner en alguna actividad
socialmente relevante.
De ahí la urgencia de que
países como el nuestro, (R.D.), con limitaciones y carencias en su aparato
productivo, a consecuencia de problemas no resueltos durante décadas, se
esfuercen en transformar su estructura productiva, para poder superarla y
enfrentar los retos que representa el nuevo orden económico mundial.
Hablamos de la reestructuración
como una parte integral de un proceso mucho más complejo y mucho más profundo
que un programa de planificación o un plan nacional de desarrollo. Por eso tratamos de un proyecto nacional de superación
en lo político, social y económico.
Esa misma concepción nos
hace ver el concepto calidad como una filosofía,
como una mística, como una concepción cuasi- religiosa c como la filosofía básica
para poder desarrollar una actitud frente a la vida que nos permita afrontar
esos retos. De ahí que me sienta tan
identificado con los planteamientos que en forma sistemática ha ido vertiendo
el Dr. Gilberto concepción en sus trabajos, conferencias y artículos, algunos
de los cuales recoge en este libro como un aporte más a los que realiza en
procura de la creación de una conciencia nacional por la calidad, la eficiencia
y la productividad.
Para el Dr. Concepción,
la calidad no es solamente de las empresas de producción de bienes, sino que es
algo más que un buen producto, es un buen servicio, un buen padre, un buen
maestro, un buen médico, un buen artista, una industria, un hospital, un
consultorio, una secretaria, un gerente, un juez, un presidente, un ministro un
Estado, una sociedad. Es en fin una
cultura y, por ende, una filosofía.
El consumidor de hoy es
una parte esencial de la empresa. Un
producto puede ser técnicamente perfecto, pero
si no goza de la aceptación del consumidor no tiene calidad, ya que una parte
integral de la calidad es la aceptación.
Pero así mismo, el suplidor es también parte de la empresa que debe
moverse al mismo ritmo de ella, que a su vez es su consumidor, produciendo
productos que satisfagan los requerimientos de esa, porque si no, por más
esfuerzos que se hagan a nivel de la elaboración del producto final, nunca se
lograran los niveles de calidad y de aceptación que requiere.
Así vemos cómo todo el
proceso se va eslabonando, y la dificultad de aislarlo. Por eso creemos que no puede existir un ente
productivo eficiente con un Estado ineficiente, cómo puede existir un ente
productivo eficiente, con suplidores ineficientes. En lo interno de la empresa ocurre lo mismo,
el trabajo de una secretaria implica niveles de calidad. Si su trabajo satisface los requerimientos de
aquellos a quienes sirve, estará contribuyendo a lograr los niveles de calidad
que requiere la unidad empresarial. Lo
mismo podría decirse del gerente, del técnico, del operario, de cada uno de los
individuos que intervienen en el proceso, ya que cada individuo, cada
actividad, constituye una célula, y las células constituyen órganos, y los órganos
las distintas partes de que se compone la unidad productiva. Unidad que es la llamada a socializarse con
el mundo exterior, con el consumidor, con el suplidor, con el Estado, con la
comunidad.
Cada página de este libro
constituye una notable contribución al desarrollo de esa cultura de
calidad. Ojalá, podamos asimilarlas y
comenzar una cruzada colectiva por esta transformación que hoy han dejado de
ser un loable ideal de superación, para convertirse en una necesidad para la supervivencia
de nuestro país como nación organizada.
No hay otro camino para nuestra sociedad, para nuestras familias, para
nuestras empresas, para nuestro futuro; no nos hagamos ilusiones con mejorías relativas
y limitadas en el tiempo.
Hagámonos el propósito de
avanzar, de procurar niveles superiores de desarrollo, de lograr mejorar sobre
la estabilidad del progreso. Así estaremos
construyendo una sociedad de calidad, que sabrá dar calidad y que tendrá deseos
de hacerlo.